Es una enfermedad viral que afecta a los
équidos (caballos, burros y mulas) y posteriormente puede afectar al hombre por
la transmisión a través de la picadura de un mosquito que haya estado en
contacto con un animal enfermo.
En Venezuela, se conoce la Encefalitis Equina
Venezolana (EEV) y la Encefalitis Equina del Este (EEE) siendo la primera la de
mayor riesgo para los animales y el hombre.
La enfermedad se mantiene en la naturaleza en
ciclos endémicos mediante la transmisión viral continua mosquitos – vertebrados
– mosquitos, ocurriendo eventualmente episodios epidémicos/epizoóticos
estacionales, los cuales afectan especialmente a los equinos y humanos. Las
epidemias son precedidas por lluvias intensas e incremento de la densidad de
vectores y la existencia de equinos susceptibles.
Agente
etiológico.
La enfermedad es causada por un virus ARN de
la familia Togaviridae, genero Alfavirus.
Se reconoce la existencia de diferentes variantes antigénicas de la gran
importancia epidemiológica. Los virus pertenecientes a los subtipos II – VI así
como los del subtipo I variante <<D>> y <<E>> no causan
epidemias/epizoóticas, están involucrados en el ciclo selvático; mientras que
los virus clasificados dentro del subtipo I, variantes <<AB>> y <<C>> son designados virus
epidémicos/epizoóticos, porque sólo han sido aislados durante grandes epidemias,
causando alta morbilidad y mortalidad en equinos y alta morbilidad en humanos.
Características
de la enfermedad:
Animales
En los animales el periodo de incubación dura
de uno a tres días. La sintomatología varía con el grado de gravedad de la enfermedad.
En algunos animales se presenta con fiebre benigna (1 o 2 días) con anorexia y
depresión. La viremia es baja o nula. Los animales se recuperan sin secuelas.
En otros animales la manifestación es características de una encefalomielitis.
Se presenta bruscamente fiebre alta, depresión profunda, anorexia pronunciada y
pérdida de peso, rechinar de dientes, diarrea o constipación. Se puede
comprobar viremia de alto título y leucopenia. Los animales enfermos
experimentan profundo sopor, miembros ampliamente separados para mantener el
equilibrio y la cabeza apoyada sobre un objeto. A menudo caen sin poder
levantarse, otros presentan excitación, hipersensibilidad al tacto y al sonido,
agresivos, caminan en círculos, tropiezan con obstáculos y pueden experimentar
convulsiones. En estos casos la letalidad puede llegar al 80% de los casos.
Humanos
El periodo de incubación dura de dos a cinco
días. La sintomatología puede variar desde una fiebre indiferenciada, similar
al de la influenza, hasta casos graves de encefalitis. En la mayoría de los
casos se caracteriza por fiebre súbita acompañada de malestar general,
escalofríos, mialgia y con frecuencia nauseas, vómitos y diarrea. El curso de
la enfermedad puede durar de uno a cuatro días o más. La convalecencia se
prolonga a la duración del estado febril. En cursos cortos de fiebre, la
recuperación es rápida y completa, mientras que en las graves convalecencias
dura varias semanas. Los signos de encefalitis son más frecuentes en niños que
en adultos, presentándose parálisis flácida o espástica y alteraciones de los
reflejos. La letalidad es de 0.2 a 1% de los casos clínicos, mientras que las
infecciones subclínicas son altas.
Fuente
de infección y modo de transmisión.
El ciclo silvestre enzoótico se desarrolla
entre los roedores y marsupiales, que son reservorios principales, y mosquitos
de varias especies de culex que se
sirven de vectores para transmitir la infección de animales virémicos a otros
susceptibles. Este ciclo se mantiene en la naturaleza con alta y baja
transmisión entre roedores y mosquitos, de acuerdo al aumento o disminución de
la estación lluviosa. Estas cepas de virus enzoótico no son patógenas para los
equinos. El hombre pudiera infectarse al irrumpir áreas adyacentes a los focos
enzoóticos. En el ciclo epizoodémico, la cepa del virus circulante es altamente
patógena para los equinos, los cuales se comportan como amplificadores del
virus, así un solo animal puede infectar a varios miles de mosquitos en un día. El ciclo se cumple a través de la
picadura de un mosquito, transmitiendo la infección de un equino virémico a
otro susceptible. Las epidemias de EEV se prolongan y propagan en animales
mientras existan equinos susceptibles. Los casos en humanos terminan cuando
cesan en los animales.
Diagnostico
El diagnostico se fundamenta en los signos
clínicos, historia y ocurrencia estacional, siendo de ayuda el conocimiento de áreas
endémicas. Sin embargo, el diagnostico especifico, tanto para humanos como para
animales, se basa en pruebas de laboratorio.
Aislamiento
viral: Se trata de aislar el virus a partir de sueros humanos o
équidos, tomados preferentemente en el periodo asintomático o recién se inicia
el periodo febril, y en cerebro u otros órganos de animales muertos con
sospecha de la enfermedad. El aislamiento del virus consiste en la inoculación
del suero problema o suspensión de cerebro en células VERO o ratones lactantes de
tres días de nacido por vía intrecraneal y subcutánea en forma simultánea. A
los dos o tres días se observan los efectos citopáticos en las células o signos
nerviosos en los animales inoculados. Posteriormente se procede a la
identificación del virus por la prueba de Fijación de Complemento.
Prueba
serológica: Se realiza a partir de muestras de suero,
tomadas al comienzo de los signos clínicos (fase aguda) y 15 día posteriores
(fase convaleciente) tanto en humanos como en los animales. La prueba comúnmente
utilizada para el diagnostico serológico es la Inhibición de la
Hemoaglutinación (H.I) La formación de anticuerpos H.I. los cuales aparecen en
un corto periodo de tiempo, es lo que permite este diagnostico, al observar
diferencias de títulos de por lo menos cuatro veces entre el primero y el
segundo suero.
Tipo
de muestra y conservación.
En los casos de muertes de animales con
sospechas de encefalitis equina, es conveniente enviar el cerebro o el suero (5
ml), incluyendo muestras de los aparentemente sanos en contacto con los
enfermos. En caso de humanos con sospechas de la enfermedad se debe enviar el
suero (5 ml). Las muestras deben enviarse al laboratorio acompañadas de toda la
información relacionada al curso de la enfermedad en los animales afectados,
vacunaciones, población, número de enfermos y muertes, fecha de aparición del
primer caso, otros.
Para un diagnostico efectivo, las muestras
deben ser conservadas y enviadas al laboratorio refrigeradas o congeladas, en
el menor tiempo posible, luego de su extracción.
Medidas
de control.
En zonas expuestas al riesgo de la
enfermedad, la medida más eficaz es establecer buenos programas de vacunación,
acompañadas de un sistema de vigilancia epidemiológica que permite conocer el
riesgo potencial al desarrollo de las epizootias.
Se debe realizar una vacunación sistemática
de los équidos (caballares, asnales y mulares) de todas las edades. La
inmunización utilizada debe ser realizada de acuerdo a las recomendaciones del
productor (vía, dosis, etc.).
En caso de presentarse la enfermedad, debe
restringirse la movilización de los equinos para evitar la propagación. Otras
medidas importantes son la fumigación y abatización para reducir la población
de mosquitos; uso de repelentes y protección de puertas y ventanas con mallas
mosquiteras.
Si se observa algún caso sospechoso de
encefalitis en equinos o humanos, debe ser notificado en forma oportuna y
obligatoria a las autoridades sanitarias más cercanas.
Bibliografía
Plaza, N. 2000. Zoonosis más frecuentes en
Venezuela. Fondo Nacional de Investigaciones Agropecuaria. Centro Nacional de
Investigaciones Agropecuaria (FONAIAP). Instituto de Investigaciones
Veterinaria. Maracay, Venezuela. pp. 48-52. (Serie D No. 41).